Desde mediados del año 1996, año en el que Internet eclosionó en España, han ido apareciendo infinidad de propuestas, algunas que aún perviven y otras que han ido cayendo en el olvido hasta desaparecer. Hace unos años y con la fiebre del concepto 2.0, Internet comenzó a cobrar un interés desorbitado en todo el mundo y comenzaron a aparecer infinidad de alternativas de todas clases en la red,
Una de esas alternativas son las comunidades virtuales, donde un grupo de personas se comunican o interactúan para poder compartir ideas, intereses, educación, etc., mediante las Tecnologías de la Información así como otras plataformas como pueden ser las famosas redes sociales.
Aunque las hay creadas por personas y para personas, las comunidades virtuales también pueden ser creadas por empresas u organizaciones docentes, donde todos aprovechan su plataforma para hacer llegar su mensaje a todos los que están interesados por determinada cuestión y se han adscrito a cualquiera de las millones de comunidades virtuales que hay en el mundo.
En este aspecto no importa la dispersión geográfica de todos quienes componen la comunidad dado que Internet permite estrechar lazos de una manera tal que no importa si un miembro está en Osaka y otro se encuentra en Tierra del Fuego.
Una comunidad virtual puede contar tanto con ventajas como con desventajas. Por ejemplo, entre las ventajas se destaca la facilidad y rapidez existente para el intercambio de información y la obtención de respuestas ante prácticamente cualquier clase de cuestión.
Permite socializar de una forma virtual y recibir asesoramiento de diferente índole. Puede servir para algo tan sencillo como charlar, estudiar, compartir conocimiento, debatir, hacer presentaciones, puede usarse como apoyo para mejorar la atención al cliente, se puede comercializar en aquellas que lo permitan, también se pueden utilizar como canales de retroalimentación por parte de los clientes. etc.
Entre las desventajas existentes en las comunidades virtuales se destaca el alto riesgo de recibir spam si la comunidad no está gestionada por un equipo de moderadores, el anonimato hace que las personas cambien por completo, la comunicación puede llegar a ser bastante limitada, no hay una privacidad 100% y puede existir una filtración de información sensible hacia el exterior entre muchos otros aspectos.
A pesar de ello, las comunidades virtuales siguen con nosotros desde hace tiempo, algunas más específicas que otras, donde se tratan temas más serios y otras son simplemente para socializar sin más motivo, pero cada uno debe intentar conocer más sobre la seguridad de esa comunidad, la clase de personas que la frecuentan, etc., y después decidir si quiere pertenecer a ella.