La buena comunicación es una de las formas más correctas de presentar un proyecto en publicidad, pero con buena comunicación no solamente nos referimos a un buen orador, haber preparado un plan con todos sus detalles, etc. Una buena presentación deber hacerse de manera ordenada y de una forma efectiva para que el mensaje llegue correctamente a todos los asistentes.
Un ejemplo de éxito lo teníamos en Steve Jobs, un orador excelente, que presentaba sus productos de la mejor manera posible, porque los conocía y porque creía en ellos. Para muchos era un visionario y para otros un buen orador, pero en muchas ocasiones conseguía que sus clientes potenciales pensasen que realmente necesitaban lo que él estaba ofreciendo, siendo ésta una de las grandes claves del éxito de los smartphones que comercializa la que fuera su empresa.
Siempre hay que tener listo nuestro elevator pitch, es decir, la idea básica condensada sobre nuestra idea y producto en un mensaje ordenado, que tenga punch desde el principio y que en pocos minutos pueda crear en los presentes una imagen positiva de lo que se les está ofreciendo, algo que hay que trabajar mucho y que no hay que dejar a la improvisación, a no ser que se sea un gurú de lo que se está hablando o que se conozca la idea y producto al 100% y nos podamos permitir ciertas licencias.
El proyecto debe ser explicado de manera directa y concreta, dejando muy claro cuál es el modelo de negocio. Tampoco hay que dejar de lado hablar sobre nuestra experiencia o la trayectoria de la empresa para la que se trabaja, porque muchos inversores no buscan únicamente números, quieren conocer mejor a quién está detrás de un proyecto.
Mostrar cuáles son los objetivos y necesidades de un proyecto es algo vital que no debería faltar en ninguna presentación dado que los posibles inversores necesitan saberlo, pero no hay que entrar en detalles ni explicarlo todo porque es una presentación, no un business plan, por lo que si se desean más detalles ya habrá tiempo más adelante para reuniones con ese fin.
Todas y cada una de las ideas que se presenten deben ser originales y que tengan la capacidad de impactar en un primer momento, por ello hay que estudiar bien qué es lo que se va a decir en cualquier momento y también explicar a qué target va dirigido el proyecto, hacerlo con entusiasmo pero sin hacer demasiado énfasis en este aspecto, hay que mostrarse entusiasmado pero no desesperado porque nos escuchen.
Todo eso son pasos sencillos siempre que haya una preparación anterior que lleve a tenerlo todo listo para que llegado el momento todo esté correctamente pensado para que la presentación sea un éxito.