Continuamente estamos siendo bombardeados pos publicidad en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida. Por Internet, prensa, televisión, radio, etc., pero no podemos olvidarnos de la publicidad outdoor, la cual lleva jugando un papel importante desde hace mucho tiempo y donde son muchas empresas las que siguen confiando en su efectividad.
Un claro ejemplo lo encontramos en las vallas publicitarias, grandes estructuras perpendiculares al suelo sobre las que se apoya un soporte en el que se coloca un mensaje publicitario de gran tamaño. Dado que es un soporte de grandes dimensiones tiene un gran impacto, por ello suelen colocarse en zonas donde haya mucho tránsito, bien sea de peatones o tráfico rodado como en una autopista o una carretera nacional, por ejemplo.
Esta clase de publicidad cuenta con un gran número de ventajas como su segmentación geográfica, posibilidad de inclusión de prácticamente cualquier clase de mensaje, un coste por impacto muy bajo, contratación flexible, un gran índice de recuerdo para los usuarios, facilidad de contratación y un soporte con una gran versatilidad.
¿Cómo poder contratar una valla publicitaria?
Tanto las grandes agencias de publicidad como las más modestas pueden ofrecer la oportunidad de contratar una valla publicitaria. Ofrecen diferentes tarifas sujetas a determinados plazos de tiempo, donde normalmente el mínimo es de un año en alquiler y los precios oscilan entre los poco más de 300 euros de algunas zonas de España a aproximadamente unos 1.100 euros, siempre dependiendo de la zona, siendo los dos archipiélagos los más caros.
El emplazamiento donde se encuentre la valla puede llegar a influir en el precio final, por eso en muchas ocasiones un anuncio gigantesco ubicado en una zona que no tenga tanto tránsito como un eje comercial; entradas, salidas y zonas centro de las de ciudades, etc. pueden llegar a ser bastante asequibles.
Hay que tener en cuenta diferentes aspectos acerca de la valla a alquilar porque en ocasiones podremos encontrarlas en un formato de alquiler especial que se limita únicamente a quince días o un mes, algo que quizá pueda ajustarse más a lo que se desea, aunque no siempre existe esa disponibilidad.
Los tamaños pueden variar dependiendo a la empresa con la que se realice el contrato pero no suelen variar en grandes cantidades. A ello hay que sumar que los costos de producción de una valla publicitaria son muy bajos, siempre dependiendo de las dimensiones que se desee tener y del lugar donde se quiera ubicar la valla.
Para finalizar, hay que recordar que en ocasiones se quiere tener un anuncio en determinado lugar donde no existen vallas, pero eso no debería ser un gran problema dado que no hay una gran dificultad en conseguir los permisos legales para tal fin y poder colocar la infraestructura en concreto, por lo que es otra de las opciones que se deben sopesar.