El crowfunding forma parte indiscutible del ecosistema de Internet, una forma de conseguir financiación; de ahí la razón del por qué se llama financiación colectiva o también micromecenazgo. Con el crowfunding se puede conseguir poner en marcha un proyecto que requiera de cierta inversión y se van recibiendo pequeñas donaciones para poder conseguir dinero o cualquier otra clase de recurso para financiar el proyecto en sí.
Es algo muy extendido y con lo que se han puesto en marcha un gran número de ideas, algunas de ellas más exitosas que otras. Un punto importante a tener en cuenta es que si la idea es muy buena, hay grupos de inversionistas privados que no les importaría hacer una suculenta inversión a cambio de una participación en el proyecto, aunque estos casos no son los más frecuentes, todo sea dicho.
Si nos paramos a pensar cómo nació el crowfunding podríamos hablar del grupo de rock Marillion, quienes pusieron en marcha una campaña en el año 1997 para poder financiar lo que sería su primera gira por los Estados Unidos, algo que pudieron hacer con bastante éxito.
Una de las plataformas más conocidas del mundo en cuanto a crowfunding es Kickstarter, donde se financian infinidad de proyectos creativos y se presentan muchísimos más, aunque no todos consiguen su objetivo. Ahora ya podemos encontrarnos muchas otras compañías que hacen prácticamente lo mismo, lo que permite que varias personas prueben suerte en más sitios
COMO FUNCIONA EL CROWFUNDING
El primer paso es tener una buena idea y querer llevarla a cabo, para lo que debe necesitarse cierta inversión. La persona en cuestión debe publicar su propuesta en una plataforma crowfunding explicando su proyecto, el objetivo de la misma y cuánto dinero necesita para materializar su propuesta.
El segundo son las donaciones. No siempre los que donan tienen por qué conocer a quien puso el proyecto, de hecho es un porcentaje bajo en estos casos. Los usuarios donan su aporte, siendo lo normal un mínimo de un euro y poco a poco se va consiguiendo el objetivo, aunque no siempre es así.
Si no se consigue reunir el dinero, el proyecto queda aparcado o finalmente su creativo puede cancelarlo y los fondos no son asignados al proyecto. Pero en caso de que sí se consiga el dinero o incluso se sobrepase, independientemente del dinero que sea, los fondos invertidos se descuentan a los donantes de su tarjeta de crédito.
