¿Tienes una startup y estás empezando a construir tu marca? Ten en cuenta que el branding es mucho más que un logotipo o unos colores llamativos; es la identidad que define tu negocio, e incluso la forma en que vas a conectar y comunicar con tus clientes. Cuando empiezas a definir tu marca, no solo decides cómo quieres que se vea tu empresa, sino también qué valores quieres transmitir, incluso a qué emociones quieres apelar. ¿No sabes por dónde empezar? Quédate y sigue leyendo, hoy en nuestro blog te lo contamos todo.
1. Define tu misión, visión y valores
Tener claros estos conceptos ayudará a guiar todas tus decisiones de branding, desde los colores hasta el tono que usarás en tu comunicación. Por eso, antes de empezar a trabajar en elementos visuales, te recomendamos que dediques tiempo a pensar cuál es tu propósito y los valores de tu empresa. Puedes empezar por responder a las preguntas: ¿Qué problemas voy a resolver con mi producto o servicio? ¿Cómo puedo ayudar a mi cliente? ¿Cuáles son los valores que regirán mi negocio?
2. Conoce a tu audiencia
El branding no es efectivo si no sabes a quién te diriges. Investiga quiénes son tus clientes ideales: sus intereses, valores, problemas y cómo se relacionan con marcas en general. Cuanto mejor los conozcas, más fácil será crear una marca que les resulte atractiva y auténtica.
3. Diseña tu identidad visual
La identidad visual es lo que la gente asocia visualmente con tu marca: logotipo, colores, tipografía, y otros elementos gráficos. Aquí tienes algunos aspectos clave a considerar:
- Logotipo/imagotipo/isotipo…: Es la “cara” visible de tu marca, así que asegúrate de que impacta y se alinea con el carácter de tu empresa. Asegúrate de que sea escalable (se vea bien en distintos tamaños) y funcional en diferentes plataformas.
- Paleta de colores: Los colores transmiten emociones. Elegir una paleta adecuada puede influir en la percepción de tu marca. Los tonos azules, por ejemplo, suelen transmitir confianza, mientras que los verdes evocan frescura o sostenibilidad.
- Tipografía: Elige una fuente o un estilo tipográfico que complemente la personalidad de tu marca. ¿Tu empresa es moderna y audaz? Opta por algo sencillo y directo. ¿Prefieres un enfoque más tradicional? Las serif pueden dar un toque clásico.
4. Define tu tono
Decide, en función del punto dos y del carácter de tus clientes, si quieres que tu comunicación sea formal, cercana, divertida… Esto no solo humaniza tu marca, sino que también crea familiaridad y confianza.Desde las redes sociales hasta los correos electrónicos, el tono debe ser consistente y único, para que los clientes reconozcan tu estilo.
5. Crea una estrategia de comunicación y mide resultados
Una vez tengas clara tu identidad visual y el tono con el que vas a dirigirte a tu audiencia, es hora de pensar en cómo vas a comunicar tu marca al mundo. Aquí es donde entra en juego tu estrategia de comunicación. Define los canales en los que tendrás presencia (redes sociales, blogs, newsletters, web..) y cómo adaptarás tu mensaje a cada plataforma. Una vez que lances tu marca al mundo y empieces a comunicar, te recomendamos que midas resultados periódicamente. Así sabrás qué estás haciendo bien y qué cosas deberías mejorar.
En definitiva, crear una marca auténtica, coherente y alineada con los valores de tu empresa ayuda a diferenciarte y a conectar con tus clientes, mejorando también el engagement. Si necesitas ayuda con tu estrategia de marca, recuerda que en Tangram somos expertos y podemos ayudarte.