Cuando hablamos de branding, solemos centrarnos en la creación de una marca, tal y como os mostramos en esta entrada de nuestro blog. En el momento en el que la creamos, canalizamos a través de nuestro nombre, colores, tipografía, logo, etc., los valores de nuestra marca. Será nuestra carta de presentación. Y aúna todo aquello que nos define. Sin embargo, igual que nuestra empresa puede evolucionar con el tiempo, también debería hacerlo nuestra identidad corporativa. Así, ¿sabes si tu marca necesita un rediseño?
¿Qué es el restyling de una marca y cuándo es necesario?
Podemos definirlo como las modificaciones que realizamos en nuestra marca para actualizarla. ¿Por qué querríamos hacer esto si hemos hecho un buen estudio inicial de nuestra identidad corporativa? Pues pueden darse varios casos:
- Que hayamos empezado nuestra andadura empresarial con pocos recursos y tengamos un logo sencillo que queramos mejorar,
- Porque con el paso de los años notemos que se queda anticuado y queremos adaptarlo a los nuevos tiempos. Quizás queramos modernizarlo, añadirlo algo de frescura…
- O bien, que nuestro negocio haya evolucionado tanto que ya no nos identifiquemos con nuestra imagen de marca inicial.
Es posible que, si nos encontramos en alguna de estas situaciones, nos surjan dudas. ¿Cómo de radical debería ser el cambio? ¿Y cómo se lo comunico a mis clientes? ¿Repercutirá negativamente en mi comunicación o relación con los clientes?
Observa los cambios que ha sufrido el logo de Apple a lo largo de su historia:
Entonces, ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de hacer el rediseño?
En primer lugar, debemos preguntarnos por qué es necesario el rediseño. Si estamos lejos de nuestros valores iniciales o ya no nos identificamos con nuestra imagen de marca, el rediseño puede ser total. Sin embargo, si el problema es que se ha quedado anticuado, deberíamos actualizar sólo ciertos elementos para ponerlos al día, pero conservando aquello que nos caracteriza. En cuanto a la percepción de nuestros usuarios, clientes, etc., es cierto que puede repercutir de forma positiva o negativa, pero está en nuestra mano. Lo ideal es crear una línea de comunicación en la que expliquemos el por qué de nuestro rediseño, y mostremos la nueva marca. Así, tras el lanzamiento, reconocerán el nuevo logo y lo asociarán como algo positivo.
El restyling de una marca debe ir siempre acompañado por una buena comunicación estratégica. Recuerda que en Tangram podemos ayudarte.