Con la lógica evolución de los smartphones y de las tecnologías de la comunicación, no es de extrañar que poco a poco se vayan lanzando nuevas propuestas como fue el NFC hace cierto tiempo ya pero poco a poco están apareciendo más y más móviles con esta tecnología y ya no es algo exclusivo de móviles de alta gama.
NFC es el acrónimo de Near Field Communication o Comunicación de Campo Cercano dado que los smartphones o dispositivos que cuenten con esta tecnología podrán intercambiarse archivos de una manera sencilla y a cierta velocidad, a un máximo de 424 kbits/s, pero deben estar a muy poca distancia entre ellos, todo lo contrario de lo que sucede con el Bluetooth o el Wi-Fi.
Para que se produzca la comunicación los dispositivos deben ser unidos a la altura donde se encuentran los chips NFC, lo que hace que automáticamente comience la transmisión de datos, teniendo siempre a los dos dispositivos muy juntos entre sí. Esta tecnología se integra a etiquetas con un chip y también a una antena transmisora, que es la que se encarga del envío y recepción de datos.
Tablets, smartphones, ordenadores portátiles, videoconsolas, televisores e incluso altavoces cuentan o pueden contar con esta clase de tecnología, algo que lleva con nosotros cierto tiempo pero que no ha conseguido cuajar tanto como otros métodos aunque se sigue trabajando duramente en ello y se han conseguido bastantes avances.
Se trata de una tecnología que proporciona infinidad de posibilidades, muchas de ellas a nivel industrial, lo que hace que esta tecnología no sea abandonada como hubiera ocurrido hace cierto tiempo cuando se probaba una cosa y no tenía el resultado esperado.
Por ello con un dispositivo, o mejor dicho dos dispositivos, que tengan NFC se pueden transferir documentos, vídeos, fotos o cualquier clase de archivo entre sí, así como visualizar en el televisor el contenido que tenemos en el smartphone o sincronizar un teléfono con unos altavoces y transferirle el audio del dispositivo móvil.
Pero el NFC no se limita únicamente a eso, se puede usar el smartphone como si se tratase de una tarjeta de crédito para hacer pagos o abonar el viaje del transporte público, acceder a la habitación de un hotel sin llave y muchas otras cosas más en las que se está trabajando actualmente y que harán que en la palma de la mano tengamos infinidad de oportunidades.