Dentro del amplísimo abanico de corrientes y formas de hacer marketing encontramos el street marketing, un término anglosajon muy cool que se usa para designar a las técnicas de promoción de una marca, producto o servicio en lugares públicos, principalmente en la calle, con la posibilidad de generar miles, posiblemente millones, de impactos, y mucho más si el producto está muy bien presentado, tiene un mensaje original o un slogan con mucho punch, lo que incluso haría que pudiera convertirse en algo viral, aunque siendo sinceros, esto no ocurre siempre.
La finalidad del street marketing es la misma de todas las variantes del marketing, llegar a un mayor número de personas, pero de una forma rentable y directa. Para ello se busca algo muy importante, el factor sorpresa, ingrediente de un buen call-to-action. Pero no hay que dejarse llevar por mediocridades, no es pegar un cartel con colores estridentes y un mensaje que conlleve un cliffhanger, una buena campaña de street marketing conlleva mucho trabajo creativo, muchísimo.
Cómo comenzó el street marketing
Como suelen nacer muchas otras tendencias, cuando algo se ha sobreexplotado y la gente demanda más cosas, algo nuevo, fresco, diferente, dinámico, original y que resulte atractivo para el público. En ocasiones las marcas deben hacer que sean las propias personas las que vayan a ellas aunque también tienen la vía de llegar hacia ellos y ¿qué mejor forma que hacerlo de una manera atractiva y directa?
Es una de las formas más directas de publicidad, con un amplio target, ideal para grandes empresas dotadas de productos o servicios para todo el mundo. Una buena campaña de street marketing puede ser cara pero también puede llegar a ser tremendamente efectiva, por lo que para muchas empresas merece la pena, porque el ROI de esa inversión, siempre que sea una campaña de calidad, se verá recuperado con creces.
Lo más importante es que en muchas ocasiones no es necesario gastar ingentes cantidades de dinero por una campaña original y diferente, todo es cuestión de dar con el creativo adecuado. Esta clase de técnica consigue llamar mucho la atención de toda clase de personas, lo que la convierte en una estrategia de marketing muy a tener en cuenta, como por ejemplo dar a conocer un producto nuevo en un evento multitudinario como un concierto, un evento deportivo o simplemente posicionándose en las zonas más transitadas de una gran ciudad.
Antes de poner en marcha esta clase de campañas hay que realizar un análisis exhaustivo de la estrategia y estudiar todos sus pormenores, atar todos los cabos para que todo salga como está programado el día en el que se deba poner en marcha la campaña, lo que reportara más seguridad de cara a tener éxito en el proyecto.
Imaginación, creatividad, frescura y en ocasiones hasta descaro, sin llegar a esa técnica que a veces pasa la línea roja como es el shock marketing, son algunos de los ingredientes indispensables para que un folleto, un cartel, un spot de televisión en monitores exteriores, campañas de marketing por Bluetooth o cualquier otra plataforma pueda dar pie a iniciar una campaña de street marketing, algo indispensable hoy en día.