A muchas personas les encanta el mundo de la publicidad y seguro que a un gran número de ellas se les habrá pasado alguna vez por la cabeza la pregunta de ¿qué debo estudiar para trabajar en este mundillo?
No vale solo con algo tan importante como estudiar o que nos guste la publicidad, hay que tener algo, un pequeño hombrecillo en el interior que nos dé un punto de locura sana, que nos ayude a aportar en lugar de restar, a ser resolutivos, a tener la capacidad de aprovechar al máximo todo el potencial de nuestra materia gris para crear situaciones, logos, slogans, campañas… todo lo que pudiera necesitarse en determinado momento.
La creatividad es algo con lo que se nace aunque hay gente que poco a poco la va adquiriendo a base de trabajarla día sí y día también. Y es que la publicidad, en gran parte, es pura creatividad, tener la capacidad de plasmar nuestra idea o la idea que nos han dado y llevarla a buen puerto de manera exitosa.
Se puede estudiar marketing o publicidad, pero no hay una universidad donde se enseñe creatividad, esa se nace o se adquiere y moldea con el paso del tiempo y es la que hay que promocionar, enseñar aquí o allá si se quiere trabajar en el mundo de la publicidad, llamar a muchas puertas y saber que en muchas dirán que no, pero eso sucede como en todos los trabajos.
Hay grandes compañías de publicidad que valoran muchísimo los currículums repletos de estudios y logros, pero hay otras que se fijan más en cómo es el curriculum en sí: los colores, la sobriedad de la foto, la distribución de los elementos, si es un documento tipo o es algo hecho completamente original; eso es lo que valoran.
Pero no solo se fijarán en un papel, obviamente, hay diversos aspectos que en una o dos entrevistas pueden sacarse en claro de un candidato o candidata que tenga ganas de trabajar en publicidad. Debe tener pasión en todo lo que hace, tener tesón para conseguir aquello que quiere y luchar hasta que le salgan las cosas como se desea.
No se deben dejar detalles sueltos, hay que pensar en todo y evitar que se quede cualquier cosa en el tintero. Hay que buscar la innovación siempre, derrochar creatividad, sentir curiosidad por todo lo que se hace o se aprende, buscar aquello que no se sabe, saber compartir y sorprender con todo lo que se hace y derrochar creatividad. Eso, en muchas ocasiones, es mucho más valioso que una carrera de marketing y/o publicidad.
