En un post anterior hablábamos de la conveniencia de combinar las estrategias de marketing digital y tradicional. Hoy insistimos en ello. Y no lo hacemos sugiriendo el camino como una opción válida y según casos necesaria si no como una realidad contrastable. Hablamos del término ROPO: research on line, purchase off line.
¿Cuántas veces hemos hecho “ROPO”? … nosotros, muchas. Visitas una serie de sitios Web, ves el producto, comparas precios, prestaciones, buscas el emplazamiento que mejor te venga y al final acudes al establecimiento. ¿La diferencia? Llegas informado, conoces el producto y sus alternativas y al final realizas una compra mucho más satisfactoria.
Es cierto, en muchas ocasiones no es necesario ni siquiera ir a la tienda. El proceso de compra y envío a través de Internet cada vez funciona mejor. Pero hay ciertos productos que apetece ver, tocar, disfrutar del proceso de compra física.
Hay cifras que demuestran que ROPO es una realidad con buena proyección. En USA las cifras de tráfico hacia las tiendas físicas muestran una preocupante bajada de casi el 45% (según Google e Ipsos) sin embargo estas han aumentado sus ventas. O lo que es lo mismo, el consumidor gasta más dinero de media a pesar de ir menos a las tiendas. El cliente llega más informado, con la idea clara de lo que quiere y lo que considera justo pagar. La conversación en la tienda es más fluida y esto quizá favorece un mayor gasto.
Que no, que no tiene sentido ser “solo” digitales. Hay que tomar de cada camino lo mejor y más útil. Lo que nos haga la vida más cómoda o el negocio más próspero.
